martes, 29 de enero de 2013

La teoría del desarrollo capitalista, P. Sweezy

Sweezy es un estudioso que se interesa por entender la sociedad y el comportamiento de los individuos, siendo importante, para él, aprender a descifrar las relaciones entre los individuos. Él presenta la economía política como el instrumento que estudia las relaciones sociales de la producción y distribución. Esta obra representa las ideas importantes de Marx.

Resumen del libro

Marx era partidario del método abstracto-deductivo. Aceptaba y practicaba lo que los teóricos modernos han llamado el método de las “aproximaciones sucesivas”, que consiste en avanzar paso a paso de lo más abstracto a lo más completo. El propósito legítimo de la abstracción, en la ciencia social, consiste en aislar ciertos aspectos del mundo real para fines de investigación intensiva.

La principal preocupación de Marx era la sociedad en su conjunto, y muy especialmente el proceso del cambio social. Intentaba poner al descubierto la verdadera interrelación de los factores económicos y no económicos en el conjunto de la existencia social. Se dedicó a un estudio completo de la economía política, desde el punto de vista de las leyes que rigen los cambios en el modo de producción. “Poner al desnudo la ley económica del movimiento de la sociedad moderna” fue la meta científica a la que dedicó la mayor parte de su vida.

Marx advirtió la tendencia a poner el acento principal en la tierra y en la renta, y la consideró descaminada. Como bien argumentó, “la sociedad en su conjunto se divide cada vez más en dos campos hostiles, en dos grandes clases que se enfrentan una a otra: la burguesía y el proletariado”. Esta relación debe ser el centro de la investigación, el poder de abstracción debe ser utilizado para aislarla, es decir, para reducirla a su forma más pura. Esta actitud requiere dos pasos, en primer lugar, todas las relaciones, exceptuando las que existen entre el capital y el trabajo, hay que suponerlas provisionalmente alejadas, para reintroducirlas una por una, sólo en una etapa ulterior del análisis, y, en segundo lugar, la relación capital-trabajo misma debe reducirse a su forma o formas más importantes.

El verdadero punto de partida de la Economía Política de Marx es el análisis de las mercancías, lo que también implica el análisis de la relación de cambio social y su aspecto cuantitativo, incluyendo, además, un análisis de dinero. Para Marx, la realidad social es el proceso de cambio inherente a un juego de relaciones determinado y se trata del proceso histórico.

Toda mercancía tiene un doble aspecto, el de valor de uso y el de valor de cambio. El valor de uso expresa cierta relación entre el consumidor y el objeto consumido, mientras que, la relación cuantitativa entre cosas (valor de cambio) es sólo una forma exterior de la relación social entre los propietarios de mercancías. La relación del cambio como tal consiste en que los productores individuales, trabajando aisladamente cada uno, trabajan, en realidad, los unos para los otros. El cambio de mercancías es un cambio de los productos del trabajo de productos individuales. Las mercancías que se tratan son productos del trabajo humano en una sociedad basada en la división del trabajo, en la que los productos trabajan privada e independientemente.

Una mercancía es un rasgo universal de la existencia humana, presente en todas (y cada una) de las formas de sociedad existentes. Como valor, una mercancía es un rasgo de una forma histórica específica de sociedad que se distingue por la división del trabajo desarrollada y por la producción privada.
El trabajo tiene, a su vez, dos aspectos, uno correspondiente al valor del uso y el otro al valor de la mercancía que produce.

En resumidas cuentas, todo trabajo es gasto de fuerza, y en su carácter de trabajo humano abstracto idéntico, crea y forma los valores de las mercancías. Por otra parte, todo trabajo es el gasto de fuerza humana de trabajo en una forma especial y con un fin preciso, y en éste, su carácter de trabajo útil concreto, produce valores de uso.

La sociedad capitalista se caracteriza por un grado de movilidad del trabajo mucho mayor que el que prevalecía en cualquier forma anterior de la sociedad. Por lo que el trabajo es el resultado de una suma concreta de diferentes clases de trabajo. El trabajo se ha convertido en un medio para crear riqueza y, por consiguiente, ha dejado de desarrollarse junto con el individuo en un sentido particular.

El mundo se rige por un estado de la sociedad en que el proceso de producción tiene dominio sobre el hombre en lugar de ser controlado por él. La aplicación de las ideas y los métodos de la ciencia natural a la sociedad, es uno de los rasgos más notables del período capitalista.

El desarrollo de la producción de mercancías bajo las condiciones del capitalismo exhibe, por una parte, una intensa racionalización de sus procesos parciales y, por otra, una creciente irracionalidad del funcionamiento del sistema como un todo. Por lo tanto, aquí nos encontramos con una de las mayores contradicciones del régimen capitalista. Un sistema social que tiene dominio sobre el hombre, lo educa hasta un punto en que es capaz de controlar su propio destino. Al mismo tiempo, le impide advertir los medios de ejercer el poder que está a su alcance, y desvía de más en más sus energías por cauces puramente destructivos.

Marx estableció la teoría de la “ley del valor”, en la cual establece un equilibrio entre las proporciones del cambio de mercancías, la cantidad producida de cada una y la asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes ramas de producción.

Marx estableció una correspondencia entre el tiempo de trabajo y el precio de las mercancías en el mercado, algo criticado, puesto que choca con las reglas de la competencia, porque los sujetos, si actúan libremente, se rigen por la ley de la oferta y la demanda (enunciada por Adam Smith), ya que los ofertantes no estipulan el precio de sus productos según el tiempo de trabajo empleado, sino el precio que establece de por sí el mercado, ya que si no perjudicaría sus intereses.

Antes de la aparición del Capitalismo, los sujetos tenían establecido un sistema de producción simple de mercancías, con lo que la cadena de producción era la siguiente: mercancía- dinero- mercancía (M-D-M). En cambio, con la aparición del capitalismo, Marx distinguió la cadena de producción de la siguiente manera: dinero- mercancía- dinero (D-M-D), con lo que se podía observar que el Capitalismo consideraba el dinero como un fin en sí mismo en vez de como un medio. Por otro lado, para el Capitalismo, la fuerza de trabajo era considerada como una mercancía en las mismas condiciones de las demás y era el elemento principal para la consecución de la plusvalía por el capitalista. Tampoco la plusvalía proviene de los materiales y maquinaria empleados en el proceso de producción.

El desarrollo de la teoría económica de Marx toma a las innovaciones y a los descubrimientos productivos como condiciones necesarias para la existencia del sistema capitalista. Los cambios en los métodos de producción llevan consigo un cambio en las relaciones sociales.

La mecanización del proceso productivo incitado por la acumulación, lleva a una mayor productividad en constante crecimiento, por lo que requiere un mayor desembolso del capitalista en materiales y maquinaria. Esto llevó a Marx a formular la “ley de la tendencia descendente del capital” con la siguiente fórmula: g= p´ (1-o). Existen seis causas por la que la “ley general de la tasas descendente de la ganancia” se convierte solo en una tendencia:
  • Abaratamiento de los elementos del capital constante. El uso continuo de la maquinaria, al mismo tiempo que eleva la productividad del trabajo, disminuye su valor por unidad del capital constante.
  • Aumento de la intensidad de explotación. Los capitalistas utilizan métodos (acelerar y estirar) para compensar la tendencia descendente de la tasa de ganancia. Aceleran dejando menos tiempo al trabajo necesario y más al excedente, para así aumentar la plusvalía. Estiran, prolongando la jornada de trabajo.
  • Depresión de los salarios debajo de su valor. Intento de una constante reducción de los salarios por parte de los capitalistas.
  • Sobrepoblación relativa. El ejército de reserva tiende a presionar a la fuerza de trabajo activa deprimiendo los salario.
  • Comercio exterior. Hace posible adquirir materiales más baratos, por lo que si se abarata el capital constante, la plusvalía aumenta.

Las crisis son fenómenos extremadamente complejos. El autor destaca dos tipos de crisis, por un lado la crisis relacionada con la tendencia descendente de la tasa de la ganancia y una crisis de la realización. En ambos casos, el punto de partida es un descenso de la tasa de ganancia. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario